Se optó por una identidad visual que transmitiera equilibrio y serenidad, utilizando una paleta de tonos verdes y neutros inspirados en el entorno natural. La tipografía, elegante pero contemporánea, refuerza la idea de comunidad y calidad de vida. El isotipo evoca la silueta de un árbol, símbolo de crecimiento, estabilidad y armonía con el medio ambiente.